¿UN GOBIERNO VIRTUAL?

Por Ramón Rocha Monroy
¿Qué pasa con el gobierno central? ¿Cuáles son sus relaciones con la sociedad boliviana? Trato de ser ecuánime y apunto: cada vez que se anuncia una medida oficial, en la sociedad hay la incertidumbre de si se lo hace por motivos económicos, políticos pero no de salud. El Estado es necesario para orientar a la población civil, pero los ministros del ramo se han limitado a indicar cada día la curva de los contagios, sin responder a preguntas elementales de la sociedad como si hay que usar guantes o lavarse las manos, si hay que usar barbijo o si éste sólo sirve para guardar el mal aliento propio y las comidas más recientes; si es necesario disfrazarse de astronauta o evitar el contacto con el prójimo. ¿Por qué no responden y dejan en la incertidumbre a la sociedad? ¿Por razones económicas, políticas o por qué? El Estado debe ejercer una dirección intelectual y moral sólida sobre la sociedad.
Un dirigente de los médicos hace propaganda en TV sobre productos chilenos; ¿Por qué? ¿Por qué le pagan los laboratorios? Algunos dicen que se debe postergar las elecciones. ¿Lo hacen por razones políticas o por una sana preocupación por el COVID-19?
Es curioso que desde la interina hasta varios ministros y viceministros hayan dado positivo y todos sean asintomáticos. La interina dice que se hizo muchas pruebas. ¿Cómo si la sociedad mendiga una prueba y ésta queda para las calendas griegas? Los pobres mueren, pero la interina, ministros y viceministros son asintomáticos.
Más grave aún ha sido delegar a los municipios la conducción de la lucha contra la pandemia, en condiciones en que los cementerios no aceptan cadáveres, los hospitales públicos no dan respuesta y las clínicas privadas primero te recitan cuántos miles debes pagar, y si das positivo, que te lleven a otra clínica, porque allí no se aceptan. ¿Cómo si el gobierno dice que las clínicas privadas están obligadas a atender gratuitamente estos casos? Lo mismo pasa con el diferimiento de impuestos o pago de deudas o alquileres o consumo de agua o de electricidad hasta tres meses que nos recuperemos de la pandemia. Como decía Diego Rivera: ¡Mamadas! Pura incertidumbre.
Quizá debemos colegir que no tenemos gobierno, que es un gobierno virtual desde que la interina celebra consultas y consejos de gabinete por Zoom. ¡Parecería que quisiéramos igualar la novela 1984, de George Orwell! En realidad, y quizá se tienden cortinas de humo a las acusaciones de corrupción y a la comparecencia de autoridades ante las comisiones que investigan. ¿Por razones económicas o políticas? Quizá. Es difícil creer que sea por puras razones de salud.
No vamos a profanar un principio constitucional y de Derecho Penal: que los imputados son inocentes mientras no se demuestre lo contrario. Pero para ello es necesario investigar. ¿Qué hacer cuando las autoridades no concurren a las comisiones aduciendo que dieron positivo a la pandemia? ¿Lo hacen por cálculo político al aprovecharse de la plaga? No voy a responder a esa pregunta, pero en la sociedad hay la sospecha de que no lo hicieron por puras prescripciones sanitarias, sino por conveniencias políticas. Y así nos va, sin comando ni refuerzo, largados de la mano del gobierno central, y que cada uno haga lo que le parezca.